Agricultura y Tecnología

Columna de Opinión Mario Yañez

La “agricultura de precisión” es un concepto que en el último tiempo está tomando fuerza en la industria agrícola. Esto tiene relación con la necesidad de incorporar nuevas tecnologías, que permitan adaptar procesos y cambiar la forma de gestionar los campos y acceder a información relevante, con el fin de mejorar la productividad de los cultivos, disminuir el impacto medioambiental y todo esto sin afectar la calidad de la producción.

Bajo ese concepto, es clave lograr una combinación de distintas tecnologías, entre ellas soluciones como el GPS y soluciones IoT, integrados con sistemas de información geográfica; buscando optimizar la producción agrícola a través del manejo de la variabilidad (espacial y temporal) de los factores de producción del cultivo, es importante contar con información desde la plantación en los campos, pasando por la cosecha, por el procesamiento en plantas, hasta distribución y disposición final del o los productos.

A raíz de esto, hoy podemos encontrar tractores con GPS instalados en las cabinas, y en otros vehículos como las cosechadoras, lo que facilita las labores de fertilización, preparación de terreno, siembra y recolección, siendo esto un avance en esta “agricultura de precisión”.

Por ejemplo, los GPS de autoguiado dotan a los tractores de un mecanismo automático de dirección muy preciso. Además de recoger la posición GPS a través de la antena, un ordenador controla todo el avance y los giros del tractor. Así, se logran operaciones muy específicas y eficientes en los campos, pero también beneficios para los tractoristas, ya que no necesitan estar 100% concentrados en la conducción y sí pueden realizar otras actividades relacionadas al proceso.

En otro uso, la aplicación de los GPS a las cosechadoras permite aprovechar todo el ancho del corte en cada pasada, lo que se traduce en un aumento de hectáreas por hora, reducción de consumo de combustible y menos cansancio para el maquinista.

También la data que se produce puede ser utilizada por las avionetas de fumigación para rociar los campos con gran precisión, focalizando la aplicación de productos químicos, por ejemplo.

Las aplicaciones en la agricultura de precisión basadas en el GPS se están usando, además, en la planificación de cultivos, el levantamiento de mapas topográficos, muestreo de los suelos, orientación de tractores, exploración de cultivos, aplicaciones de tasa variable y mapas de rendimiento.

En suma, estas tecnologías permiten acoplar datos obtenidos en tiempo real con información sobre posicionamiento, lo que conduce al análisis y el manejo eficientes de gran cantidad de datos geoespaciales.

De esta manera, la integración de tecnologías al ecosistema de la agricultura está generando una “revolución” en el rubro, los agricultores y las empresas del sector deben cambiar su forma de desarrollar los terrenos, dejando de tratar a los campos de modo igual, para pasar a una microgestión de los cultivos. Estos avances sin duda serán claves para reducir los precios de los alimentos, hacer más sostenible a las empresas, generar un menor impacto en el medio ambiente y hacer más competitiva y rentable a la industria Agrícola.

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